Información - La factura electrónica, todavía inalcanzable para las Pymes españolas
La desconfianza en los actuales sistemas de implantación y la falta de información efectiva son los principales problemas con los que se encuentran la gran mayoría de las Pymes españolas para adoptar el uso normalizado de la factura electrónica, según un estudio realizado por la empresa consultora DNX. A estas barreras, insalvables en las actuales condiciones, se añaden otras cuestiones como la complejidad técnica que representa este sistema y los problemas de infraestructura informática de las pequeñas y medianas empresas, puesto que existe "una gran diversidad de plataformas de facturación electrónica que en muchos casos son incompatibles entre sí".
23/07/2010 - news
La factura electrónica es obligatoria para las grandes empresas proveedoras de la Administración, y lo será también para las Pymes a partir de noviembre de 2010. Sin embargo, su implantación en las pequeñas y medianas empresas españolas es "anecdótica y residual", según el informe realizado por DNX, que añade que "las Pymes no pueden asumir el coste de adopción de los actuales sistemas de facturación electrónica, y más concretamente de las actuales redes EDI con las que se ven obligadas a trabajar por imposición de las grandes compañías".
Las Pymes que en la actualidad están llevando a cabo facturación electrónica lo hacen por imposición y muy pocas de estas empresas se benefician realmente de las ventajas y ahorros que puede llegar a generar, que sería el objetivo principal de implantación de este sistema. En este sentido, el citado estudio también destaca que las empresas aprecian ventajas sustanciales en la adopción de la factura electrónica. Además del ahorro, también se alude a la reducción del volumen de papel a almacenar y a la seguridad.
Las Pymes, en general, hacen una valoración positiva del uso de facturas digitales por entender que puede resolver buena parte de sus problemas en los procesos comerciales, pese a lo cual sus expectativas de implantación llegan hasta los diez años. Así, las Pymes que ya han implantado soluciones de facturación electrónica señalan que ha sido el proceso de migración lo que les ha supuesto una mayor carga de trabajo, aunque esperan que a corto plazo se eliminen la mayor parte de las incidencias.